HUMANITARIOS
de Innovadores menores de 35 Latinoamérica: Rodrigo Ernesto
Salazar, Eric Dijkhuis, Fabián Suárez, Bruno Mahfuz, Mateo
Salvatto, Antonella Romero y Felipe Quezada
NotiMx,
Noviembre 2018.- Durante
la premiación de los
“Innovadores menores de 35 Latinoamérica” realizada
por el MIT
Technology Review en español en la Universidad Panamericana (UP) de
Guadalajara, se dieron a
conocer los proyectos de 35
jóvenes innovadores de menos de 35 años, entre más de 2 mil
trabajos
que concursaron y
con el
lema “Sé parte del cambio que quieres ver en el mundo”,
El
evento se realiza impulsado por MIT Technology Review en español,
la Universidad Panamericana campus Guadalajara y Opinno, consultora
global de innovación española y organizadora del evento, con el
apoyo de Secretaría de Innovación del Gobierno de Jalisco,
Santander, Nissan, Fleet Solutions, Aga, Amazon Web Services y
otras importantes empresas.
HUMANITARIOS
Estos
innovadores utilizan la tecnología para abordar problemas causados
por la pobreza, la guerra o la discapacidad.
Rodrigo
Ernesto Salazar, 30
Perú
Eric
Dijkhuis, 26
Paraguay
Fabián
Suárez, 32
Colombia
Bruno
Mahfuz, 34
Brasil
Mateo
Salvatto, 19
Argentina
Antonella
Romero, 29
Perú
Felipe
Quezada, 34
Chile
Rodrigo
Ernesto Salazar
MaisIdentidade
Su
metodología genera prótesis maxilofaciales más accesibles usando
smartphones e impresión 3D.
Con
frecuencia, las personas que sobreviven al cáncer maxilofacial se
enfrentan a una dura consecuencia: su rostro ha quedado completamente
deformado por la cirugía necesaria para extirpar el tumor. En
ocasiones pueden perderse partes de la cara vitales para operaciones
básicas como alimentarse, hablar, oler. Pero el rostro también es
la sede de la identidad, cómo otras personas nos reconocen y cómo
nos vemos a nosotros mismos.
Rodrigo
Salazar es cirujano dental especializado en prótesis maxilofaciales
y ha desarrollado un nuevo método para fabricar estas prótesis de
un modo más económico y accesible. Su esperanza es que más
personas afectadas por enfermedades que deforman la cara puedan
disponer de prótesis que hasta ahora no podrían haberse permitido.
“Entre
perder la vida y operarse no hay elección, pero tras la operación
hay unas consecuencias que afrontar”, empieza su explicación el
joven peruano. “La rehabilitación de este tipo de cirugías es uno
de los servicios más desprovistos en el mundo, y esta falta de
cobertura afecta al paciente”, prosigue Salazar. Por este motivo
este innovador decidió cambiar la forma en que se diseñan las
prótesis para hacer que el proceso sea más barato y fácil de
realizar, de modo que más personas puedan fabricarlas y por tanto
puedan ayudar a un mayor número de afectados.
Hasta
hoy el diseño de una prótesis es un proceso casi artístico, con un
gran componente de trabajo manual y la necesidad de utilizar
equipamiento excesivamente caro y difícil de manipular. Escáneres
de cabeza, cámaras especializadas, software de modelado 3D.
“Puede
ser necesario invertir hasta medio millón de dólares para producir
una prótesis”, comenta Salazar. Su método, en cambio, utiliza la
cámara de un smartphone, software de código abierto e impresoras
3D. “De esta manera disminuye el coste para que nuevos médicos se
entrenen en producir este tipo de prótesis”, valora Salazar.
Eric
Dijkhuis
Po
Paraguay
Gracias
a la impresión en 3D su ONG fabrica prótesis y herramientas para
personas con extremidades amputadas
Acceder
a un dispositivo prostético para remediar una amputación de una
mano, por ejemplo, sigue siendo un lujo que la mayoría de las
personas no se pueden permitir. Una de los primeras aplicaciones
pensadas para la disruptiva tecnología de la impresión en 3D fue
precisamente la creación de prótesis mucho menos costosas. Con esta
intención, Eric Dijkhuis creó en 2014 la ONG Po Paraguay,
inicialmente con el diseño de prótesis para manos (‘Po’
significa ‘mano’ en guaraní). En estos años no ha dejado de
investigar nuevas aplicaciones para la tecnología y el catálogo
ofrecido ya incluye 9 tipos de prótesis para manos y piernas y
accesorios que han llegado a más de 250 personas.
La
gran mayoría de los amputados en Paraguay no se pueden permitir una
prótesis funcional, con costes “por encima de los 3.000 dólares
en zonas donde el salario mensual no llega a los 200”, analiza
Dijkhuis. Po Paraguay reduce el coste de una prótesis a poco más de
150 dólares mediante el uso de impresión en 3D con materiales más
baratos y el uso de diseños de código abierto.
Hay
formas de que incluso este reducido precio no tuviera que ser abonado
por el usuario final, pero Dijkhuis cree que es positivo que el
destinatario pague al menos una parte simbólica. “El hecho de
adquirir algo cambia la mentalidad, pasan de ser personas que están
siendo ayudadas a clientes que buscan estar satisfechos con el
producto y participan en la co-creación del mismo”, explica el
joven innovador.
“El
objetivo es cambiar la percepción en la sociedad, transmitir que la
situación de discapacidad no es una condición inmutable, sino que
con la herramienta adecuada se puede recuperar la funcionalidad, al
igual que cuando una persona usa gafas”, afirma Dijkhuis. Por este
motivo, en Po van más allá de producir prótesis personalizadas y
también fabrican accesorios para realizar actividades específicas,
como tocar una guitarra, un violín, o montar en bicicleta.
Fabián
Suárez
e.Ray
Su
empresa instala turbinas en ríos para dotar a las comunidades
remotas de los medios para desarrollarse y prevenir inundaciones.
En
el mundo viven 1,300 millones de personas sin acceso a electricidad.
Solo en Colombia, el 60% del territorio no dispone de conexión a la
red nacional de suministro y unas 12,000 comunidades carecen de
acceso a una fuente confiable de electricidad. Por otro lado, la
tecnología satelital no tiene la suficiente precisión para predecir
con exactitud las crecidas de los ríos e instalar estaciones de
medida en áreas remotas es costoso. Las comunidades establecidas
junto a cauces fluviales en zonas recónditas a menudo sufren ambos
problemas.
Fabián
Suárez es cofundador de e.Ray y ha diseñado una infraestructura que
combina la generación de energía eléctrica renovable utilizando el
caudal de los ríos con la obtención de datos sobre los mismos.
“El
origen de la migración en las zonas rurales de Colombia está en la
falta de oportunidades para desarrollarse”, comenta Suárez. Sus
padres abandonaron su comunidad en busca de una vida con más
oportunidades cerca de la gran ciudad. “La tecnología puede
invertir este proceso, volver atractivas para vivir las áreas
rurales”, afirma el joven ingeniero.
Con
este objetivo en mente, Suárez ha diseñado un nuevo tipo de turbina
capaz de generar electricidad sin necesidad de mayores
infraestructuras civiles, optimizada para funcionar a bajas
velocidades y con poco caudal. Junto a esta turbina se instalan
paneles solares que complementan la producción eléctrica para
suministrar energía a algún proceso que genere valor añadido. “En
el piloto realizado en Uganda se instalaron máquinas que fabrican
hielo; la venta del producto de mayor valor, el hielo para refrigerar
la leche, permite a los ganaderos locales mejorar el rendimiento de
su producción”, explica el innovador colombiano.
Otra
forma de obtener valor añadido es la instalación en la turbina de
monitores que, gracias al uso de dos sensores GPS, son capaces de
medir con una precisión de centímetros las variaciones del nivel
del agua. Cuando los monitores detectan una desviación al alza se
emite una alerta a la comunidad local para que tenga suficiente
tiempo para reaccionar.
Bruno
Mahfuz
guiaderodas
Su
aplicación da información sobre accesibilidad a las personas que lo
necesitan.
Para
las personas con movilidad reducida, salir de casa para realizar
cualquier actividad supone una expedición a lo desconocido ya que,
si no tienen información de primera mano al respecto, nada les
garantiza que al llegar a su destino puedan acceder a él. Para Bruno
Mahfuz esta situación, en la era de Internet, es inaceptable. Por
ello creó guiaderodas, una aplicación mediante la cual los usuarios
pueden reportar el nivel de accesibilidad de los sitios que visitan,
haciendo que esta información quede a disposición del resto de la
comunidad.
Cuando
tenía 17 años un accidente le dejó anclado a una silla de ruedas.
A partir de entonces intentar hacer vida normal le supuso una
dificultad añadida. Media vida sujeto a esta forma de trasladarse le
ha convencido de que la accesibilidad no es, sin embargo, una
cuestión relevante sólo para las personas con discapacidad. De
hecho, el 65% de los usuarios de guiaderodas no sufre discapacidad.
“Los
padres que llevan a los bebés en carritos, las mujeres embarazadas,
las personas mayores, los que sufren una lesión... la accesibilidad
hace la vida más cómoda a todos”, afirma el joven brasileño. En
su opinión, la sociedad debe dejar de ver el problema como algo que
afecta a una minoría y pasar a verlo como algo que mejora la vida de
todos: “Mi objetivo es desaparecer como empresa porque ya no haya
más necesidad de este servicio”.
Lo
que guiaderodas ofrece es un listado, basado en la ubicación y las
categorías elegidas por el usuario, de sitios cercanos así como su
grado de accesibilidad, evaluado por otros usuarios. Contar con esta
información de antemano da a la gente un mayor grado de
predictibilidad a la hora de decidir a qué sitios acudir. Tras dos
años de operaciones, la aplicación cuenta con información sobre
sitios en más de 900 ciudades en 56 países y fue elegida en los
World Summit Awards organizados por las Naciones Unidas como la mejor
iniciativa para la inclusión y el empoderamiento.
Mateo
Salvatto
¡Háblalo!
Su
aplicación facilita la comunicación oral a personas con
discapacidad.
La
mayor parte de la gente no es consciente de los problemas que padecen
las personas con incapacidad para comunicarse, por ejemplo por
sordera. No entender lo que te quiere decir la persona que tienes
delante hace difícil desde el aprendizaje en la escuela hasta pedir
una comida en un restaurante.
Mateo
Salvatto creció oyendo este tipo de anécdotas a diario ya que su
madre se dedicaba a dar clases a personas sordas y las historias que
sus alumnos le contaban llegaban al resto de la familia también.
Salvatto, dotado de conocimientos informáticos desde temprana edad,
decidió hacer algo por ayudar a estas personas que conocía y creó
una aplicación para teléfonos Android. ¡Háblalo! es un traductor
en tiempo real de voz a texto y viceversa, lo que facilita
enormemente la vida diaria de las personas sordas, mudas o con otro
tipo de discapacidad que impida su comunicación oral.
“Es
como poder subtitular el mundo que te rodea y que el teléfono hable
por ti”, comenta Salvatto. La aplicación utiliza la herramienta de
procesamiento de lenguaje natural de Google y posee una interfaz de
usuario especialmente diseñada para las necesidades de las personas
discapacitadas y cuenta con pictogramas y accesos directos a
situaciones comunes para facilitar su uso.
Aunque
pensada inicialmente para ayudar a sus conocidos, la aplicación ha
sido descargada ya más de 25,000 veces por gente de 45 países en
cuatro continentes distintos en el año que tiene de vida. El
Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Argentina, la declaró
“software de interés social” y ENACOM la eligió como mejor app
de 2017.
“La
aplicación es totalmente gratuita y funciona sin necesidad de estar
conectado a Internet”, matiza Salvatto, que reconoce que “aún
hace falta mucho trabajo para seguir ayudando a los millones de
personas que podrían beneficiarse”. Por ello el joven argentino se
dedica a llegar a acuerdos comerciales para que empresas y
administraciones públicas, incluida la de la provincia de la capital
argentina, adopten la aplicación y puedan así ofrecer sus servicios
de una forma más accesible.
Antonella
Romero
Ecotrash
Plataforma
del reciclaje
Las
8,500 toneladas diarias de basura que se producen en Lima, la capital
de Perú, representan casi la mitad del total de residuos sólidos
generados en el país. Sin embargo sólo el 2% acaba siendo
reciclado. Aumentar este porcentaje es una prioridad para el
Gobierno, pero para lograrlo es necesario cambiar la mentalidad de la
ciudadanía, que no ve incentivos para separar los cartones y los
envases del resto de desechos y reciclarlos.
Antonella
Romero es una joven emprendedora con amplia experiencia en aconsejar
al Gobierno de Perú en materia de innovación y tecnología. Hasta
que un día decidió aplicar sus esfuerzos en utilizar la tecnología
para resolver este problema cívico. Así nació EcoTrash, una
plataforma que por un lado incentiva a los ciudadanos a reciclar y
les facilita el hacerlo, y por el otro proporciona una mejor calidad
de vida a las personas que se ganan la vida rebuscando en la basura.
“Existen
iniciativas [para fomentar el reciclaje] por parte de ONG’s y del
Gobierno, pero el ciudadano no ve el beneficio, se pregunta ‘¿pero
yo qué gano?’”, afirma Romero, quien recuerda cómo tuvo la idea
de hacer algo al respecto al observar a una persona revolviendo la
basura en busca de algo aprovechable a la salida de su trabajo. Si
hay personas dispuestas a recoger los residuos reciclables, tan solo
se trata de dar un incentivo a los ciudadanos para ponerles en
contacto.
Esa
es la idea fundamental de EcoTrash, una plataforma online que busca
promocionar mediante la obtención de recompensas canjeables el
hábito de separar los residuos en aquellos puntos en los que se
generan (los domicilios y las empresas) al tiempo que las personas
que se dedican a la recogida obtienen un aumento de sus ingresos y
pasan a formar parte de la economía regular. “Un recolector
informal obtiene unos 7 dólares al día tras una jornada de 12 horas
buscando residuos”, explica Romero, que afirma que los adscritos a
su plataforma ganan el doble dedicando la mitad de tiempo.
Felipe
Quezada
Kinemotion
Su
plataforma de videojuegos orientados a la rehabilitación pretende
mejorar la motivación de los pacientes a continuar con el
tratamiento.
Lesiones,
accidentes, enfermedades degenerativas. Estas son solo algunas de las
causas que pueden llevar a alguien a necesitar realizar ejercicios de
rehabilitación fisioterapéutica.
Sin
embargo, a pesar de su eficacia para regresar la función normal, o
mitigar el dolor, mucha gente abandona este tipo de tratamientos por
falta de motivación.
Felipe
Quezada descubrió esta realidad en primera persona tras sufrir un
accidente de motocicleta, por el que necesitó pasar más de seis
meses acudiendo a rehabilitación tanto en clínicas públicas como
privadas en Chile, su país natal. Dada su dedicación al diseño de
videojuegos, la solución al problema de la falta de motivación se
presentó sola: ¿Por qué no desarrollar videojuegos terapéuticos
específicamente pensados para lograr motivar a los pacientes a
continuar con la terapia? Así nació Kinemotion.
Por
un lado, Quezada ha desarrollado una plataforma accesible para los
terapeutas, en la que se encuentran varios tipos de videojuegos,
dependiendo de la labor que se quiera ejercitar, y cada uno de ellos
personalizable a las necesidades de cada paciente. Por otro lado, un
sensor tipo Kinect registra los movimientos del paciente y analiza
diversos parámetros para medir su desempeño y progreso. “Por
ejemplo, hay uno que utiliza los ejercicios de cadera para manejar un
avión, otro para mejorar la marcha que consiste en controlar un
personaje que toma unas manzanas y las tiene que llevar a una cesta”,
explica el diseñador.
De
momento el sistema está siendo validado en dos centros, uno en
Santiago de Chile y otro en Concepción. “Las personas mayores se
han adaptado bien, mejor de lo que se esperaba”, comenta Quezada.
“Les gusta jugar, se vuelven como niños y quieren volver a la
terapia para jugar de nuevo”, afirma el joven chileno, que espera
que los estudios confirmen esta impresión de mejorar la motivación
de los pacientes para realizar las tareas de rehabilitación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario